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El 14 de febrero, se celebra el Día Mundial de la Energía, día que sirve para recordar el esfuerzo por concienciar sobre la importancia vital de la energía en nuestras vidas y su impacto en el mundo. La energía es el motor que impulsa el desarrollo económico, la innovación y mejora la calidad de vida de las personas. Sin embargo, también enfrentamos desafíos significativos, como la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover fuentes de energía renovable y garantizar un acceso equitativo a la energía en todo el mundo.
Este año, el tema del Día Mundial de la Energía se centra en la transición hacia un sistema energético más sostenible e inclusivo. La transición hacia energías renovables, como la solar, eólica e hidroeléctrica, se destaca como una prioridad clave. Al hacerlo, no solo reducimos nuestra dependencia de los recursos no renovables, sino que también mitigamos los impactos negativos en el medio ambiente, promoviendo un equilibrio sostenible entre las necesidades humanas y la preservación del planeta.
Este Día Mundial de la Energía nos invita también a reflexionar sobre cómo cada uno de nosotros puede contribuir a un futuro energético más sostenible. Pequeñas acciones, como reducir el consumo de energía en el hogar, utilizar fuentes de energía renovable y apoyar iniciativas locales, tienen un impacto significativo cuando se suman.
Desde la Fundación Asturiana de la Energía se está trabajando en diferentes proyectos europeos que contribuyen abordar los desafíos energéticos específicos que se plantean. Uno de ellos es el proyecto JUSTEM que pretende llevar a cabo acciones y elaborar herramientas para dar soporte a regiones en transición energética en el desarrollo de proyectos dirigidos a combatir la pobreza energética. Se realizará bajo el enfoque de una activa participación de los ciudadanos y de una adaptación de las Estrategias regionales. Para ello, se realizará una evaluación de la situación actual de las regiones participantes, se desarrollarán herramientas para facilitar la participación del público general, se organizarán talleres con ciudadanos, se desarrollará una propuesta de plan dirigido a combatir la pobreza energética y se creará una cartera de proyectos. Cada una de estas acciones se llevarán a cabo en las 6 regiones participantes, todas ellas regiones carboníferas en proceso de transición energética.
